domingo, septiembre 27, 2009

Los pechos de Ciclamato

Ciclamato, de profesión apedreador, tenía un corazón que no le cabía en el pecho. También tenía otro corazón más pequeño que se compró en Acapulco, que era el que se ponía para salir todos los días. En ocasiones, para ir más ligero, no se ponía ninguno (no exageren, es como quien sale a la calle sin calzoncillos de lana). Esto resultaba descorazonador para sus amistades, quienes esos días le reprochaban su falta de tacto y mala fe. En resumen, le acusaban de no tener corazón. Ciclamato les daba la razón de corazón (digamos que les daba la co-razón) mientras ofendía gravemente a sus familias y a sus razas. Y también hablaba mal de usted, no se crea.

Un día que Ciclamato salió sin corazón, ofendió profundamente a un cliente tras el apedreamiento, quien tuvo un arrebato de asedio. Ciclamato le deseó que se empeorara de su leve dolencia, y no pasó de ahí la cosa, hasta que dos minutos después sí pasó y decidieron solucionar el entuerto al alba a base de guantazos o cabezazos. Ciclamato confesó preferir los guantazos, porque los cabezazos le producían algo de jaqueca y, en ocasiones, ceguera. Esto provocó que el cliente se echara atrás y se callara al suelo todo tiesto. Murió en el acto, igual que Ciclamato, que casualmente había muerto de viejo un segundo antes que su rival.

¡Pobre Ciclamato, justamente cuando el día antes había encontrado dos pechos de alquiler para meter su corazón grande, y dispuesto como estaba a decirle a su suegra que quería una hija suya usando una simpática rima!

9 Comments:

Anonymous Javi Brasil dijo...

Yo también conozco a alguna modelo que anda buscando dos pechos del alquiler. ¿Casualidad?.

La palabra que tengo que introducir para hacer valer este comentario es Excitrap, que parece una variante barata y chusca del Viagra.

Excitrapemos, pues.

10/01/2009 7:40 a. m.  
Blogger asw dijo...

Qué suerte la de Ciclamato y su cliente. Yo siempre el querido morir en "el acto". Creo que es la manera más dulce de morir, casi tan dulce como el jugo de naranga con vulva. Ahora eso sí, con lo de los dos pechos y la capulla de la suegra ,se está poniendo un poco obsceno este cuento. ¡Contrólese, por Dios! ¡¡O por Tries!!

10/03/2009 5:18 p. m.  
Blogger humo dijo...

Hola, Don Gava, he visitado y disfrutado su página, y si está de acuerdo, me gustaría intercambiar carámbanos y trilobites entre Pinto y Valdemoro.
O sea.La blogosfera es lo que tiene.
Y, si le parece, borre usted este comentario, que va dirigido exclusivamente a usted.
Un beso.

10/06/2009 8:18 p. m.  
Blogger Sólo digo una cosa dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

10/09/2009 1:41 p. m.  
Blogger Sólo digo una cosa dijo...

Querido EMSE:

Quisiera saber más sobre ese forense que certifica muertes tan exactas. ¿Sabe si es del Villarreal?

Un beso,

Vir

10/09/2009 1:54 p. m.  
Blogger Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Don Gava:

Yo, si Ciclamato, uso cualquiera de los corazones que dejé en casa y revivo. Para eso es necesario que los haya dejado en ralentí.

10/30/2009 5:33 p. m.  
Blogger asw dijo...

En mi procaz opinión, de haber nominado los pechos de Ciclamato como cajas torácicas instead, toda la Historia cobraría una súbita sonoridad armoniosa propia de la más humilde orquesta vienesa. Dicho sea de antebrazo.

10/30/2009 6:05 p. m.  
Blogger humo dijo...

¿Ambíguo usted? ¡Por favor!
(Por cierto: me ofrece usted un portal para cuidarlo justamente en el mes de diciembre, cuando están todos relucientes y encima del aparador de todas las casas tradicionales.
...Si al menos me lo hubiera dicho en el mes de agosto...)
Besos

12/01/2009 1:17 p. m.  
Blogger humo dijo...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12/01/2009 1:17 p. m.  

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