Título procrastinado
Don Lumbriz Gómez de Tierra, estuvo buscando durante trece años métodos sobre cómo combatir la procrastinación. Lastimeramente se le pasó el tiempo volando y al final no logró hacer nada de todo. Harto de tal injusticia, decidió ganarse la vida dando clases de distintas clases de procrastinación, arruinándose a los pocos meses al dar todas las clases gratis por no ir a cobrarlas. Inmerso en sus absurdos quehaceres, se obligó a si mismo a compartir el problema con su negada esposa, pero por el camino se topó con un ejército de topos que le llenaron el jardín de curiosísimos agujeros. Para cuando su simposio sobre la repercusión de la madriguera del topo en hábitats arenosos hubo terminado, su mujer ya se había ido con otro hombre, incluso con dos diferentes. Lejos de entristecerse, Don Lumbriz se alegró. O al menos eso intentó, porque en el acto de alegrarse también se procrastinó y vivió en un estado dubitativo de por vida, entre la pena y el frenesí.
7 Comments:
Señor:
Procrastinación...
gracias por traer a mi vida la palabra que he estado necesitando todo este tiempo. Trataba de buscarla pero entre unas cosas y otras...
Luego le pongo un comentario si voy bien de tiempo.
Excelente relato sobre la procrastinación, fabuloso, no obstante me gustaría que un autor de renombre como usted se decantara en algún momento hacia temas más sicalípticos, y es que soy un marrano irredento...
Yo asistí a las clases de procrastinación de Don Lumbriz. Fuí de los que no pague las clases, no se si por evasión, activación o indecisión.
Como tambien vivo entre la pena y el frenesí, quiero pasar un día a visitarlo, pero lo voy posponiendo, por aquello de los topos o que se yo...
Mi querido señor. No he entendido absolutamente nada.
No se sorprenda, todo culpa mia.
Siempre suyo.
Un completo gilipollas
No sé, no sé.
Le noto como muy enganchado a las palabras, a usted, sí, a usted, que siempre ha sabido cómo irse con unas o con otras según le convenía.
¿No sé da cuenta de que están haciendo con usted lo que quieren, hombre?
yo también asistí a las clases de procrastinacion pero por correspondencia, después de recibir el primer envío ya había aprendido a procrastinar con bastante soltura, tanto es así que no abrí los demás ;-)
Publicar un comentario
<< Home