Entre a vivir en la larga cola de Amaranto y pague ahora en cómodos plazos.
Amaranto era un ser mezquino y adicto a las filas, aunque a decir verdad, nunca desdeñó una buena cola.
Una madrugada, Amaranto caminaba pensativo por la Ví a Lacteana cuando de repente vio un grupo de personas garrulas y sin principios peleando por colocarse -en principio- en el final de una larga cola sin fin ni principio.
Amaranto decidió entrar a vivir en ella, y se colocó detrás de la señorita Rúcula y delante del señor Espeso, no sin haber escuchado antes las protestas de ambos.
Espeso resultó ser aparejador, así que tras tres trienios de cola, no dudó en aparejar a Rúcula con Amaranto. Pasó el tiempo, y esta desafortunada pareja tuvo Ruculitos y Amarantitos, con el lógico desagrado de Rúcula, que jamás sintió nada por Amaranto excepto una ligera comezón en la oreja derecha.
Rúcula era boniata de día, y por las noches institutriz. Así que, aprovechándose de esto y en un acto vengativo, una tarde institrujo a Espeso el aparejador por sorpresa, y éste quedó institruido de por vida para deshonra de su familia.
Una mañana, Rúcula se fue a hacer la cena y, cuando regresó a la cola donde vivía, vio que su marido se había movido cinco puestos hacia atrás y le montó un pollo. La cena estaba insalubre, y la escena era humillante: Amaranto avanzaba en la fila con su pollo en su espalda mientras éste graznaba "¡Arre!", a una velocidad de tres puestos por día.
Una madrugada, Amaranto caminaba pensativo por la Ví a Lacteana cuando de repente vio un grupo de personas garrulas y sin principios peleando por colocarse -en principio- en el final de una larga cola sin fin ni principio.
Amaranto decidió entrar a vivir en ella, y se colocó detrás de la señorita Rúcula y delante del señor Espeso, no sin haber escuchado antes las protestas de ambos.
Espeso resultó ser aparejador, así que tras tres trienios de cola, no dudó en aparejar a Rúcula con Amaranto. Pasó el tiempo, y esta desafortunada pareja tuvo Ruculitos y Amarantitos, con el lógico desagrado de Rúcula, que jamás sintió nada por Amaranto excepto una ligera comezón en la oreja derecha.
Rúcula era boniata de día, y por las noches institutriz. Así que, aprovechándose de esto y en un acto vengativo, una tarde institrujo a Espeso el aparejador por sorpresa, y éste quedó institruido de por vida para deshonra de su familia.
Una mañana, Rúcula se fue a hacer la cena y, cuando regresó a la cola donde vivía, vio que su marido se había movido cinco puestos hacia atrás y le montó un pollo. La cena estaba insalubre, y la escena era humillante: Amaranto avanzaba en la fila con su pollo en su espalda mientras éste graznaba "¡Arre!", a una velocidad de tres puestos por día.
12 Comments:
Buenas tardes:
¿Se acuerda usted, Don Gavanido, que me pregunaba el porqué de mi aversión al mundo de la farándula rural? Acabo de colgar la respuesta.
Reciba un caluroso café con leche
Esque esto de los matrimonios sin amor... ya se sabe, cualquier día te monta un pollo y tienes ke salir corriendo con el a la espalda, espero que al menos Amaranto y el pollo pudiesen rehacer su vida y sean felices y tengan muchos pollos y pollas.
Tengan unos buenos huevos fritos.
¿Sabe qué?
Sus historias tienen muchísimo más sentido que los cuentos que nos cuenta el triunvirato Rajoy-Zaplana-Acebes.
Y, además, nos hacen sonreír, ¿por qué no se presenta a las elecciones, Don Gava?
Un beso
Si es que casarse con personas q se llaman rúculas
Hacen que pasen estas cosas
Se feliz
Paseando por la vía crucis nunca encontré una cola en la que encolarme. Me daré una vuelta por la lacteana a ver si hay alguna que merezca la pena o mejor, que merezca la alegría.
Su frecuencia es menor, pero de mayor calidad, se agradece. Yo aún ando buscando mi cola!
Sigue siendo un misterio para mí el gusto de la gente por las colas...
Estoy con Eulalia. Yo le voto. Incluso a brios.
Pan de molde sin corteza y dos rodajas de mortadela. Suyo afectadísimo. Coco.
todos hemos estado en una cola, en la cual no se sabe si es para salir o entrar...
Comprendo al pobre señor Amaranto que tiene que soportar a tan insolente jinete.Yo tambien fui víctima de un desalmado,siendo aparejada en un descuido con un Rúculo.Como consecuencia,ahora estoy plantada y aguantando las micciones de un incansable perro salsicha,acuoso y alargado.
Larga memoria a Coll, precisamente en esta página
Un beso.
Tengo la sensación de que esta historia traerá cola...
Un beso
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