La menor
Ofusco era un amante de la música y un virtuoso de la flauta. También tenía un portento de voz, pues la tenía tan ronca como ésta. Trabajó durante muchos años en el conservatorio de Alcorcón y, efectivamente, terminó muy bien conservado. Pese a su buena conservación y el cuidado que ponía Ofusco en la higiene bucal, no pudo evitar que a los cincuenta y ocho años le saliera su primer hueco de leche, lo cual le vino de perlas pues el aire fluía con mayor densidad por su nuevo hueco, adquiriendo un sonido especial en su flauta. Haciendo un solo magistral de flauta (BWV 1013 La m), Ofusco se creció, chocando violentamente contra el techo del anfiteatro y rompiendo la enorme lámpara que colgaba del cielo. Así mismo sus pantalones se le dieron de si mixolídio, y el cuello de la camisa adoptó el tamaño ideal para realizar un perfecto ahorcamiento, provocando un divertido tono morado en el rostro de Ofusco. Por dicho incidente, Ofusco fué despedido inminentemente, no sin antes cobrar el finiquito, el finiqui, el gabi e incluso el fofó. Volvió a casa de su madre en Corcos del Valle, dejando su perilla en Alcorcón como recuerdo de sus años de trabajo allí. Para agravar su triste situación, a Ofusco se le cayó una pena del año 55, lo cual le apenó aún más e hizo nacer otra nueva pena que agarró con contundencia para no perder y evitar caer en depresión por acumulación de penas por penas perdidas. Una noche, cuando el ronquido alcanza su máximo nivel de expresividad, la madre de Ofusco se despertó para entrar en la habitación de su hijo y darle de beber. Allí yacía Ofusco, agarrado a sus penas sin moverse de su cama y rodeado de huecos de leche. Ustedes no se ofusquen y por favor, agarren sus penas.
10 Comments:
cPues no tengo práctica en esto de agarrar las penas, estoy acostumbrada a soltarlas para que anden solas, pero después de esta historia reconsiderare mis muy estudiados métodos evasivos, gracias por el consejo…
Ha llegado un momento en el que no sé si leer sus post de atrás hacia adelante, o una de cada cinco palabras, o aplicarle una plantilla de claves aliadas de la 2ª guerra mundial.
Creo que me voy a decantar por las claves aliadas, que queda mucho más romántico.
Ahora, eso sí: lo de las lámparas colgando del cielo es un hallazgo expresivo que lo dejaré tal cual, aunque quiera decir que la invasión no se producirá el día D.
Saludos.
Su parabola sobre las penas es simplemente mágica. ¿Donde hay que firmar Sr. Gavanido? Me tiene usted admirada.
Tiene usted una extraña querencia por las flautas. Aunque en esta ocasión, lamentablemente, no haya ratas para soplar. Usted nos recomienda que no nos ofusquemos, pero yo, con su permiso, me quiero ofuscar. A mí me gusta bastante ofuscarme, no hay día que no me ofusque a-penas dos o tres veces por hora.
Bueno, la historia no esta mal ¡pero nos está egañando usted! no hay ningun conservatorio en Alcorcón (aquí aun no ha llegado el formol) el mas cercano es en móstoles, y queda muy lejos como para ir a cuatro patas ¿no seria producto de la ofuscada imaginación de Ofusco?
Es posible que fuese al bar de al lado de su casa, al fin y al cabo el alcohol tambien conserva bastante bien.
Un saludo y una jarra de cerveza para todos, y para mi dos que pra algo soy el que invita.
No cabe duda en que a Ofusco le faltaban huecos para llegar a interpretar dignamente al compositor de compositores, J. S. Bach.
Y aunque hubiera entrenado fervientemente, equivocó su selección ya que en vez de haber escogido la Bach-Werke-Verzeichnis 1013 en La menor, hubiese optado por la toccata en Fa sostenido menor BWV 910, no se hubiese crecido tanto, y cuanto menos, de crecerse, hubiese sido sostenido y no acabado tan mal.
Detalle aparte es que no hubiese necesitado la flauta, pero carece de importancia.
ayy, yo a las penas las dejo sueltas y que se alimenten por ahí que si las tengo en casa alimentandolas de pienso no las puedo vender como penas de corral.
Ofusco el enlatado, ofuscado por la negrura y por pisar a terra fusca, en aceite y vinagre se metió para no verse alterado. Al terrado le mandaron, y ahí se suicidó.
He dicho
Valiente Cardenal está usted relleno.
ARtista, de Ana Rosa la Arista.
Eso le pasa por no llevar casco, ya se saben que las penas van a mucha velocidad. No hacemos caso a la DGT (Dirección General de Traficantes) y luego pasa lo que pasa.
Pero me parece que a Ofusco no le vino bien eso de agarrarse a las penas, ¿no?
Publicar un comentario
<< Home