sábado, marzo 10, 2007

Liendres con apetito comen pipas facundo

Doña Liendre Hormíguez observó un problema de falta de apetito en su querido hijo Facundo Afenecer, así que no dejó pasar más tiempo, y esa misma noche, Apetito Gómez estaba en casa de doña Liendre, urdiendo un plan para meterse en Facundo y que éste quedase por fin saciado.
Ya de madrugada, Apetito, sibilino, se metió en Facundo a escondidas, entrando en él por un brazo cuando Facundo estaba dormido. Apetito se situó en su bazo, pues Facundo, al tener un estómago tan vacío, tenía mucho hueco para el resto de órganos, llegando a tener dos Hammond B4 y un B2 "Made in Taiwan". Con los días, Facundo empezó a saciarse poco a poco, pero a su vez, Apetito comenzó a tenerse a si mismo -a tener apetito-, ya que al estar escondido dentro de Facundo, no podía alimentarse. Mucho sufría el pobre Apetito, pues famélico y sin fuerzas no lograba encontrar el camino de salida de Facundo, topándose sólo con el de salido -demasiado pequeño para salir, pese a estar ya bien delgado-. Halló su hueco en un lugar extraño; vacío, pero lleno a la vez. Paradójicamente, se trataba del alma de Facundo Afenecer. Una tarde borrosa, Apetito escuchó desde dentro de Facundo una frase que lo mató: !Adiós, Guzmán!
Con esta frase, Apetito cayó fulminado del alma de Facundo, adivinando qué era lo que se moría en el alma cuando un amigo se va. Un apetito. Doña Liendre, espabilada, empezó a despedir a todas sus amistades para matar apetitos -dos al día- y estar escultural para la próxima operación vikinguil de mayo del sesenta y tres.
"¡Guapa!" le gritan sus propias liendres.

10 Comments:

Blogger coco dijo...

Me ha hecho usted pensar con eso de la operación vikinguil. Voy a ponerme a dieta de apetito. Y le ruego encarecidamente que, si me ha de entrar, también lo haga por un brazo, que uno ya no tiene edad de enamorarse.
En otro orden de cosas, cuando era joven tuve un Hammond, pero mi cuñado se lo cenó con una barra de pan y sin respirar.

Flan con nata y tiramisú de la sisa.

3/11/2007 12:53 a. m.  
Blogger Eulalia dijo...

Un poco de transnormalidad el domingo por la mañana me sienta como un beso.
Un beso, repito.

3/11/2007 9:39 a. m.  
Blogger Gavanido dijo...

Lamido coco:
Yo de joven también tuve un hammond. Era un hammond de Guijuelo y sonaba muy tierno. Gracias por el flan, me ha entrado la sisa.

Eulalia.
Qué haríamos sin usted, repito, que haríamos sin usted. Otro queso.

3/11/2007 10:37 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

que liendres tan simpaticas... con unos parasitos asi no creo que le importe rascarse la cabeza de vez en cuando.
Yo por mi parte despido unos 7 amigos la dia y parece que funciona ya e perdido 7 apetitos desde ayer y casi 3 kilos, ¿sera este el fin de las dietas y los gimnasios?
otro queso mas, aunque sin apetito no creo que nadie me lo acepte.

3/11/2007 12:44 p. m.  
Blogger vaderetrocordero dijo...

Me tenía usted preocupado, señor Gavanido, con una ausencia tan dilatada. Hágaselo ver por un especialista, que tengo yo un cuñado que, tras anunciar que iba a por tabaco, se le dilato la ausencia en plena calle y nunca lo volvimos a ver.

Pleitos para picar.

3/11/2007 8:33 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Curiosamente por más empeño que pongo en despedir a mis amigos,mis apetitos se niegan a morir, y no solo eso....para colmo se abren los muy malditos!y sin pudor alguno, vaya usted a creerse...
Espero se haga cargo de mi situación...ahora más que nunca necesito mis mensualidades..

3/12/2007 8:23 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Lamento que un homónimo y tocayo mío causara la muerte de Apetito. Conocía personalmente a su esposa la señora Dieta Mediterranea, que todo sea dicho no se llevaba muy bien con él, a su hijo Banquete y a su hija Gula. Mi más sentido pésame.

Reciba usted una cordial tarjeta de red inalámbrica.

3/14/2007 3:08 p. m.  
Blogger Larha dijo...

Hace muchísimo tiempo que no oía la palabra fenecer (con a ya ni te cuento), me recuerda a mi tierra, ay. Y sobre el resto, mire usted alguien que se apellida Afenecer no podría tener otro final, vamos digo yo.

Envíame algo bonito, no demasiado azucarado, pero si bonito. Gracias.

3/14/2007 8:52 p. m.  
Blogger Tanhäuser dijo...

Menos mal que se trataba de ese Apetito y no de su primo el tocayo, aquel del que dicen que provoca pensamientos impuros (habanos por supuesto) en la gente. ¡Vaya usted a saber lo que hubiese pasado en el interior del pobre Facundo.

3/15/2007 11:49 a. m.  
Blogger M. Imbelecio Delatorre dijo...

he encontrado este vídeo de animación en youtube. una historia muy "gavanadiana". está muuuy bien

la historia de Préxades

3/16/2007 12:18 a. m.  

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