sábado, noviembre 24, 2007

Historia "Maldita sea"

La gran peculiaridad de Asombrio estaba en que medía todos los centímetros de un metro vulgar. Tan alto era Asombrio, que proyectaba una sombra realmente asombrosia. Además de medir, Asombrio tenía otra cualidad: su sangre estaba parada -aunque sin cobrar la prestación-. Para más exactitud, su corazón dejó de bombearla el día de su quinta comunión, y permanecía estática desde entonces. Aquella noche, Asombrio, sus centímetros y su sangre estática, decidieron entrar a tomar un café caliente en aquella cafetería de motel de carretera, ya que su gripe era galopante y además galopaba más rápido que él. Entre toses y carraspeos, logró pedir su ansiado café con leche y sacarina, sin saber que el orden de sus toses, intercaladas entre las letras, y continuado de un carraspeo aquí y allí, coincidía exactamente con "la contraseña" que el camarero entendió rápidamente. Antes de tomar asiento o café, Asombrio fue llevado por la fuerza a un sótano tan sombrío como él. Por fin, notó cómo le sentaron en una silla de dentista o barbero, o de barbero dentista. Y fue entonces cuando descubrió

FIN

13 Comments:

Blogger Gavanido dijo...

Disculpen la larga ausencia. Lo cierto es que me levanté a cerrar la ventana que tengo en Pernambuco, pues había corriente. Pero después pasé calor y tuve que abrir una puerta que tengo en Chihuahua.
Sin más, reciban un caluroso radiador.

11/24/2007 2:02 p. m.  
Blogger humo dijo...

Estimado Gavanido, lo importante es que usted haya vuelto, porque hay una ola de deserciones bloggeras que me tienen asustada.
Respecto a la gripe galopante de Ambrosio: si se hubiera quedado quieto, la gripe le hubiera dejado atrás, no hubiera tenido que entrar en el motel y no hubiera descubierto, pero, para gustos

11/24/2007 7:43 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Realizó un descubrimiento intransitivo. Lástima que con lo oscuro del sótano nadie lo llegara a saber, con lo que le habría alegrado....

11/24/2007 9:54 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Bienvenido de vuelta y que no te adolezca decir que conversaste con Asombrio y que te pegó algo de gripe y, por supuesto, que también descubriste.

11/25/2007 11:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Sr. Gavanido cada día me asombrian más sus historias.
Y para el tema de las ventanas y puertas mal cerradas contrate a un mayordomo que de la talla.

11/25/2007 11:57 a. m.  
Blogger celebrador dijo...

¿y cuando aparece la chica?

¿Estará buena la chica?

¿Estará bueniiisssma?

11/26/2007 12:05 p. m.  
Blogger Luigi dijo...

Sea de nuevo bienvenido, docto Gavánido.

Asombrosio que el corazón de Asombrio haya podido aguantar hasta la quinta Hostia, con perdón. Bastante arritmia se siente en la primera comunión como para aguantar hasta la quinta. Meritorio.

Nos deja con la imaginación exhausta tratando de desvelar tan enigmático final a su relato. Cada noche, antes de dormir, trato en vano de dilucidar que descubrió Asombrio y si era apropiado para su corta edad.

11/26/2007 3:27 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

Expresso Gavanido, su historia me ha conmocionado (a cabezazos) y su final, aunque asombrioso no deja de ser previsible..lo que no entiendo es el principio, aunque para mi es mas facil entender lo que no está escrito, pues lo escrito pertenece al participio y como yo nunca he participiado mucho en nada, o nada en mucho, o nada en oscuras aguas de pantanos tenebrosos..Reciba un cordial salchichon de pueblo y envieselo tambien que no me acuerdo de su codigo postal.

11/27/2007 11:40 a. m.  
Blogger Folks dijo...

¿el tal Asombrio no será el mayordomo de la duquesa de gala, que entre bombón y cigala marea y bala para tener gratis la lana?

11/27/2007 4:30 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Solo una cosa: Yo soy en dentista-barbero. Al que me carraspee la contraseña correcta le digo donde se encuentra el mundo es un pañuelo.

11/28/2007 5:02 p. m.  
Blogger Gavanido dijo...

Sin más sonámbulos, paso a contestarles.

Humo:
Comprendo su susto ante dichas deserciones; yo aún espero que vuelva la ínclita y más que bien conservada Lula.
Pero permítame decirle, con toda confianza, que eso otro que usted comenta son conjeturas. También le comento que eso de no escribir el final es un viejo truco propio de
¿Ve usted?

Niha, ahora le toca a usted:
A mí no me amenace con palabras como "intransitivo", o iré a su blog a espantarle a la gente.
También le puedo espantar alguna mosca, pues en mi juventud trabajé unos años como espantapájaros, y siendo las moscas más pequeñas, me veo capacitado para el trabajo.
Le mando mi currículum vitae por correo ¡ordinario!

Andrés:
Le tengo un especial aprecio a usted, pero es por intereses mezquinos. No me adolece nada, aunque adolezco de senos.

Macacolandia:
Lo que a mí me asombra, no es ya que usted siga leyendo mis historias, dada su inteligencia a prueba de novedades de media calidad, sino que le parezcan mejores cada día. Con público como usted, merece la pena adolecer. Puede tomárselo como un cumplido, o con hielo.
Gracias por el conejo. Le repito:
Gracias por el conejo.

Celebrador:
Me alegra compartir con usted la sana afición del canibalismo.
La chica estará lista en un par de horas, pues se está dorando cual retablo gótico.
No olvide servirla fría.

Luigi:
Si notó arritmia hace tantos lustros, probablemente hoy sea usted un declarado arrítmico. Si es usted violinista y observa que termina la canción dos minutos después que sus compañeros de orquesta, significa que usted entró tarde.
Comprendo su frustración, pero sepa que no está solo. Hay una organización no lucrativa que se ha propuesto obligar a los rítmicos a ir al ritmo de los arrítmicos. El modo más rápido de alcanzar la perfección es embrutecer y corromper a los demás.
Le deseo suerte con su violín y su banda. Y su organización. Y su insomnio.

Daniel:
Ya que lo pregunta, le diré.
Y muchas gracias por el salchichón, realmente se lo agradezco; me lo envié con un sello ayer, aunque en la oficina de correos lo miraban de forma cuasiobscena.
Si me llega, me compraré un cuchillo a final de mes, y me comeré dicha salchicha con sello y todo.
No. Espere; el sello será el segundo plato.
Así, todo en caja, ¿no cree?

Folken:
Veo que es usted poeta y hace rimas. Probablemente le interese juntarse con Luigi, que es músico. Podría cantar usted y acompañarle él. Para tocar con usted probablemente no sirva, pero le hará buena compañía.
Cuanto más lo pienso, más me gusta la idea. ¡Espabilen, que les he conseguido un bolo pasado mañana!
Espero que mañana disfruten de su bolo pasado. Al día siguiente tienen encaje de bolillos a las doce del mediodía en mi escalera, y a las trece parte el avión. Quédense con la mitad que más les guste.

Penta:
Yo creo que comete usted más de una cosa, y la adereza con elipsis gramaticales. No negaré que su estilo es original, pero tampoco lo afirmaré. Del mismo modo, tampoco firmaré sin leer la letra pequeña, no crea que se me ha escapado.

Ah, pero casi puedo ver sus caras al otro lado del monitor. Esta visión me basta para irme a la cama, pues mañana tengo un punto de sutura, y más tarde debo ir a por finales, pues se me están terminando.
Reciban pascuas por Alejandros.

11/29/2007 12:24 a. m.  
Blogger celebrador dijo...

¿Gótico o bizantino?, es que uno es muy especial para comerse a las chicas

11/29/2007 10:55 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

A las catorce tengo macramé, y a las quince he quedado con una dulce amiga para meterla en el microondas sobre una crepe. Siento no poder ir ayer al triunfo del mañana sobre Boris, pero me suelo empachar cuando como dulce. Se me caen las caries de los dientes y me las tengo que volver a poner en el sitio

12/03/2007 12:36 a. m.  

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