Vida y vía del Buen Petronio (Parte I)
El Buen Petronio se despertó un día con la decisión de ir a trabajar con su automóvil por la vía del tren, evitando atascos innnecesarios, de esos de tres enes. De esta forma, convertía los atascos innecesarios, en impronunciables. Así pues, se bajó de sus pies, se montó en su coche y lo hizo. Se desplazó con por el raíl durante treinta y seis años, hasta el día de su jubilación. Nunca tuvo ningún problema, nadie le vió y jamás se supo.
Lo dijo Gavanido | 3:30 p. m.
9 Comments:
Mu sabio el Petronio!! todos deberiamos aprender de él y utilizar las vías alternativas (ya sea en coche o sin el). Yo estoy pensando en tomar ejemplo del petronio e ir a currar todos los dias que me apetezca, deslizando mi vehiculo o no por los railes del "tranvia de la plana"...AY NO! que aun no le han puesto los railes! Chaaa... con lo bien que me venia...
Cuando Nadie vió al bueno de Petronio, por la vía del tren, vino a contarmelo, pero no podía pronunciar palabra sobre los atascos, aunque tampoco era necesario, de esto hace ya un par de lustros. ¿Que hacía por aquel entonces nuestro ilustre ilustrador? Yo despertaba cada día, pero no tenía que trabajar, tampoco tenía automovil y ni siquiera decisión ¿Y usted?? ¿Ya era conocedor de tan bellas y tristes gestas?, ¿o sólo se dedicaba ha sus lavores, realizando múltiples recetas para la yogurtera?.
Digámoslo claramente: desplazarse "con por" el raíl era tan dificultoso como por los atascos innnecesarios, y en ello ocupó su larga trayectoria profesional.
Gracias a él, ahora conocemos una nueva manera de sufrir en la más absoluta soledad.
Qué vida tan viablica!
Un problema don Gavanido a ver qué tal se le dan las matemáticas. ¿ Si un tren sale de Longruñido a 36 km por hora y otro de Valladdvaya a 30 cuándo coincidirán y en qué estación? Hoy llueve sobre mojado y los raíles son más peligrosos que nunca .....
Anónimo:
Se quién es usted, y me parece indigno que a estas alturas escriba como "Anónimo". Ya tenemos demasiados Anónimos entre los comentaristas, y pronto haré una limpieza ética de Anónimos. Señora de Fonta el Paranoico, póngase nombre, o me veré obligado a hablar con el Excelentísimo Hay Untamiento de su ciudad, sea ésta cual sea, para que no le pongan su ansiado "Tranvía de la Señora Con Poco Pecho", o como se llame la cosa.
Fonta el paranoico:
Eso que cuenta usted, además de incierto es mentira. Yo el día de tales hechos estuve tomando café con Nadie.
Ya que pregunta, el ilustrador lleva un mes castigado en el cuarto de los ratones, pues se atrevió a pedirme... ¡un aumento! (de techo, pues vive en un cuarto de techos bajos). Dentro de una semana mostraré mi infinita clemencia y bajaré a darle algo de pan de hoy día tres de abril.
Y ahora le dejo; mi lavadora sale al pasillo y si no le pongo rápido el vermú que me exige, me veré en serios aprietos.
Recuerdos a su señora.
Benjuí:
DIgámoslo claramente: usted se creía que me había sorprendido en falta, pero se equivoca. Todo fue intencionado. Yo me desplazaría con por usted por con donde quiera, con tal de explicarle tal término.
coco:
¡Usted otra vez!
Anónimo:
¡Usted otra vez!
Reciban una liebre por Hermes Privatpaketservice.
Gavanido.
¿Sorprenderle a usted?
¿Señalarle a usted un error?
Vano intento.
Lo que no explica es si tal construcción fue bien o mal intencionada.
Y tampoco me niega que el pobre Petronio tuviera dificultades (al menos gramaticales) para transitar con por.
Por todo lo cual mi honrilla queda a salvo.
Creo.
Y me encantaría que me explicara lo que a usted le parezca. Lo que no le puedo prometer es que yo lo entienda.
Don Gava,
Ha dejado usted un comentario en un blog que yo me sé, en conmemoración de un año de abandono.Gracias mil por su recuerdo, pero...
Eso es amor al pasado; en cambio, en otro blog que yo también me sé sólo deja constancia de su paso de higos a brevas.
Comente usted donde quiera, que ésta que lo es se va a enterar, lo haga en un sitio o en otro...
Pues lo que es mi menda, suelo ir y venir todos los días al trabajo a patita; son (según el camino) de una hora a una hora y media de ida y otro tanto de vuelta
Y es que pasear no se estila (ya sé que no se estila) como estilo de vida, pero resulta encantador si lo haces
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