miércoles, mayo 07, 2008

La barba sin cabeza

Hasta el día de su treinta y cinco cumpleaños, la vida de Gapito había sido muy estándar. Pero si hubiera que mentar una peculiaridad que diferenciara a Gapito del resto de las personas, sería el hecho de que jamás se había afeitado la barba ni había pensado en ello. Por este motivo, aún conservaba su primera barba -o barba de leche-, que le llegaba por el lavabo, mientras que su barba de hoy la tenía debajo del labio. La barba de leche de sus tiernos quince años siempre quiso conocer a la barba de hoy. Así, un día Gapito presentó a ambos extremos de su barba, logrando un fascinante salto espacio-temporal que no trascendió demasiado y que vamos a olvidar de inmediato.
Entre su más tierna barba, conserbarba también su primera baba, procurando que no se deshidratara con la ayuda de esputos aleatorios y orín -no se alarme, se trata de un oro pequeñito que sólo Gapito sabía encontrar buscando a fondo debajo del sofá, entre pelos de su barba y porquería-, haciendo que su barba ganara el valor de unos cuantos kilates.
Pero aquella noche en la que decidió podarse la cara y comprobar si todavía estaba allí detrás del frondoso pelaje, Gapito descubrió maravillado que no era así. Al terminar la poda obtuvo como resultado la desaparición total de su rostro y cabeza, pero no de su alegría. La felicidad de Gapito aún se hacía notar en cada uno de sus gestos. Feliz pero ciego, se acucharó en un rincón esperando a su mujer, pues Gapito solía estar casado los años bisiestos. Tres años más tarde, apareció por la puerta su bella esposa y vio a su imberbe inverbe marido postrado en el suelo. Y digo inverbe porque Gapito dejó de usar verbos, hilvanando sus frases con pronombres y sustantivos. Y digo imberbe porque al carecer de rostro también carecía de vello bello. Y digo vello porque...
Desde aquí -el aseo- pido disculpas por el textus interruptus.
Su mujer, emocionada, corrió a besarlo con la mala suerte de que, al no topar con cara alguna, se precipitó al vacío y Gapito sin entender nada fue acusado de asesinato en primer grado y tercer piso.
Por estos terribles sucesos, a Gapito le condecoraron a morir en la horca y más tarde guillotinado, pero tras el fallo del jurado y el fallo y fracaso de dichas penas, hubo una importante reyerta entre la Iglesia, quien atribuyó esto a un milagro, y la Marvel, quien lo atribuyó a superpoderes.
Iglesia y cómic se enfrentan desde entonces en los tribunales, con pleitos de patatas y juicios de muelas en una lucha encarnizada por los milagros de Gapito.
Gapito, mientras, ausente de todos estos problemas, a pesar de continuar sin cabeza goza aún de muy buen juicio. Final. Amén.

14 Comments:

Blogger Luq+uVe: dijo...

Pues suerte que solo se afeito la barba, por que si le da por depilarse el resto del cuerpo...

5/07/2008 7:01 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡Ah BARBAro!

5/07/2008 8:49 p. m.  
Blogger Kenneth Moreno May dijo...

Que muy bueno, aunque buen juicio sin cabeza, muy irónico evidente...

Me gustó mucho....

(¿en pasado?)


De todas formas la calavera no tiene nariz

5/08/2008 4:03 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me sorprende usted, cada día más, con sus inéditas e inauditas historias. Esta es sin duda, para meditar durante varios siglos.
No creo que vuelva a rasurar mi barba, podría desembocar una infinidad de terribles sucesos, al estilo de mi admirado Gapito.
Líbranos de perder la cabeza, Amén.

5/08/2008 11:03 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡La madre que lo trajo! ¿De donde ha salido usted? No suelo echar piropos a los blogs que me gustan pero caramba, esto es soberbio!

Mi más sincera enhorabuena a quien esté detras de este señor.

O si es usted mismo en persona, sepa que quiero conocerle pero ya.
Y lo digo en serio caballero.

5/08/2008 2:45 p. m.  
Blogger asw dijo...

Impresionante documento, oiga. Anonadado me he quedado. Lo que es por mi, váyase con su música a otra parte, que en esta ya hay mucho ruido de dinámica electricidad estática.
Su irreverencia me abruma y como la misma bruma, mi comentario se desintegrará en su blog como lágrimas en la lluvia.

5/09/2008 2:40 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

Esta historia es una autentica barba-ridad...

5/09/2008 3:25 p. m.  
Blogger el aguaó dijo...

Sencillamente genial. Un relato buenísimo.

Es curioso, pero tengo que afeitarme para una comunión que tengo mañana... quizás me lo plantee.

Felicidades por el blog. Me ha encantado. Prometo volver.

Saludos.

5/09/2008 4:56 p. m.  
Blogger YOLACUERDA dijo...

Bienaventurados los que nunca han tenido, tienen, ni tendran barba...porque ellos se veran las lagañas en sus hojos todas las mañanas...no como el pobre Gapito.
¡¡¡a que mala hora se afeitó su cara!!!
y ud. Fonta el paranoico....¿como puede admirar a un ser que no tiene cara?
Admir Ud. a cualquiera!!!!!!!

5/09/2008 6:49 p. m.  
Blogger Benjuí dijo...

Don Gava, cada vez que leo una de sus historias se me remueve el lenguaje al completo, y luego tengo que ir a la RAE a que me lo recoloquen.

Por cierto, ¿Han probado a llevar a Gapito a la susodicha Academia con el fin de que le operaran la inicial? Yo creo que trasplantándole una A y reduciendo la G hasta dejarla minúscula aparecería de inmediato una cabeza y un cuellecillo suficientes para proceder a la ejecución, con lo cual se acabarían las controversias, siempre tan desagradables.

5/11/2008 11:46 a. m.  
Blogger Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Don Gavanido:
Su historia se llama "La barba...", sin mentarla más, mas. ¿Qué fue de ella? ¿Ha intentado unirse a su antiguo dueño o, por el contrario, busca un nuevo rostro?

5/11/2008 9:07 p. m.  
Blogger Gavanido dijo...

Soy Gavanido y he venido a contestarles cual hijo malcriado:

Luq+uve:

Quizá no lo he comentado, pero Gapito era lampiño. Si en efecto se hubiera afeitado el resto del cuerpo, se hubiera quedado sin dermis ni epidermis y en los músculos.
Es desagradable pero usted preguntó.

Noemi:

Si tanto le ha gustado, espere a que le cuente mi siguiente historia. Si quiere, podemos quedar en el bar Vagabundo (invito yo) y le adelanto el final. Un saludo de Gavanido. Se lo pasaré en folios sueltos, y encontrará tan adelantado el final que lo leerá a mitad de la historia.

Latrodectus sapiens:

Jamás uso la ironía. Todas mis historias son reales. A mi me han gustado mucho sus cuatro puntos suspensivos. Cuatro.... fíjese usted qué casualidad.

Fonta el paranoico:

Me sorprende usted, cada día menos que mañana. No se le ocurra perder un sólo pelo de su barba, ya tenga esta tres mil, o tres pelos -como en la canción-. Nunca se sabe cómo vamos a desequilibrar el ecosistema.
Ayer descubrí un pelo en el lavabo, y comprobé horrorizado que no pasaron a recoger la basura por la noche. ¿Casualidad? Yo no lo diría.

Antoño:

Cito textualmente:
"¿La madre que lo trajo?"
"¿De dónde ha salido usted?"
Usted mismo se contesta.

Alfonso de la fuente:

¿Dónde quiere que me vaya con mi música? ¿A su blog? Lo siento pero está ocupado. ¡Tendrá usted cara!

Daniel:
Disiento, no es para nada auténtica, es más bien postiza. Trate de morderla, que cualquiera le tomaría el pelo. ¡Alma cándida!

El aguaó:

Gracias por sus palabras y por sus letras, sobre todo la efe. Le felicito por su comunión, y espero que si le gusta tenga muchas más y sea esto un no parar.

Yolacuerda:

Al parecer, es usted la artista anteriormente conocida como "Anónimo". Le felicito por salir de su anonimato, y que por fin su esposo sepa con quién está casado. Supongo que su nuevo nombre hace referencia a su cordura, que no gordura, y no a que se llame usted Yolanda y sea una cuerda, de esas de atar espárragos o de aquellas de atar cabos.

Benjuí:

La imagino a usted saliendo de mi blog, con todo el lenguaje removido y procurando recolocárselo todo, para que no se note.
Ya que pregunta, no se si han probado a hacer cirugía para añadir letras al nombre de Gapito. ¿Usted sólo piensa en la cirugía para añadir cosas? ¡Con lo bien que se la ve a usted al uso, y a su edad!

Eleuterio:

La barba forma parte del pasado, pero si tanto le interesa, le diré que degeneró y se volvió violenta. Ahora busca dueño, pero a las malas, atacando a sus víctimas. Así que, si es usted lampiño prepárese, porque puede ser el próximo. Que no salga en el telediario no quiere decir que no exista.

Me despido cual pastiche por salpicón. Ustedes ya saben a qué me refiero.
Gavanido.

5/12/2008 5:12 p. m.  
Blogger Joseph Cartaphilus dijo...

Como mago suyo que fui, usted sigue siendo un genio

Hala a perseverar

Dichosos años bisiestos

5/13/2008 9:06 a. m.  
Blogger Gavanido dijo...

Amago migo:

Al parecer, todo el mundo juega al despiste. Bien, jugaré yo también.
 ¡Rápido, mire allí! ¡Un batracio troncocómico en la azotea!

Qué curioso: la última vez que hablé de batracios troncocómicos, Lula se despedía como Dios manda.
Y si no me creen, usen el buscador.
Y si no me crecen, que alguien les riegue, ¡no quiero enclenques en mi blog!

5/13/2008 3:38 p. m.  

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