Él en Foque
Teclo lavaba los platos como usted. Se peinaba igual que yo, iba a los mismos bares a los que usted acude en horario de oficina, acudía al mismo cine que usted a ver la misma película que está viendo mientras lee esto. Teclo podría estar detrás suyo ahora. Pero no lo está. En definitiva, Teclo tenía una vida distinta a todas las demás, exactamente igual a la suya.
Pero Teclo nació con una peculiaridad que le diferenciaba de usted y su montón: una miopía galopante que iba aumentando progresivamente. Nadie lo sabía, pues Teclo decidió aprenderse la cara de la gente "en borroso" y, de este modo, poder seguir con una vida borrosamente normal.
Los objetos de su día a día no eran como los de usted. En la vida de Teclo no había esquinas, cantos, perfiles, líneas definidas ni sombras arrojadas. Sin embargo, se aprendió el nombre de estos objetos "en borroso" y era capaz de indentificarlos sin problema. Cuando llegó a los cincuenta años de edad, su abnegada esposa decidió operarle la vista para que así - siempre según ella- disfrutara "al máximo de la vida".
Aquel fatídico día, Teclo salió de la clínica mareado y viéndolo todo con claridad. Se chocaba contra aquellas cosas que andaban por las aceras. Y con las que no andaban, también. Horrorizado, al ver que no sabía el nombre de nada de lo que le rodeaba, y con miedo de seguir caminando, Teclo se sentó en el primer sitio que le pareció seguro, hasta que alguien le recogiera, con tan mala suerte que a las 16:35, el expreso Valladolid-Castellón se lo llevó por delante.
Pero Teclo nació con una peculiaridad que le diferenciaba de usted y su montón: una miopía galopante que iba aumentando progresivamente. Nadie lo sabía, pues Teclo decidió aprenderse la cara de la gente "en borroso" y, de este modo, poder seguir con una vida borrosamente normal.
Los objetos de su día a día no eran como los de usted. En la vida de Teclo no había esquinas, cantos, perfiles, líneas definidas ni sombras arrojadas. Sin embargo, se aprendió el nombre de estos objetos "en borroso" y era capaz de indentificarlos sin problema. Cuando llegó a los cincuenta años de edad, su abnegada esposa decidió operarle la vista para que así - siempre según ella- disfrutara "al máximo de la vida".
Aquel fatídico día, Teclo salió de la clínica mareado y viéndolo todo con claridad. Se chocaba contra aquellas cosas que andaban por las aceras. Y con las que no andaban, también. Horrorizado, al ver que no sabía el nombre de nada de lo que le rodeaba, y con miedo de seguir caminando, Teclo se sentó en el primer sitio que le pareció seguro, hasta que alguien le recogiera, con tan mala suerte que a las 16:35, el expreso Valladolid-Castellón se lo llevó por delante.
29 Comments:
Es que, para lo que hay que ver en esta vida, es mucho mejor que esté todo borroso.
Ande, podfavod, páfeme otdo güiski, efta vez pago yo.
¡jo, qué peazo de cuento! joer... se ríe uno leyéndolo y luego, encima, te sorprendes por lo que parece sugerir... el autoengaño de Teclo, que se inventa una realidad como la de los soñadores: era feliz mientras era inconsciente, y cuando adquirio el verdadero conocimiento, cuando vio la fea realidad, se llevó un tremendo chasco. En cuanto a lo de verlo todo borroso... me recuerda a uno de los cuentos de DESMONTANDO A HARRY de woody allen, en el que una persona de desenfocaba y vivía desenfocado luego, borroso.
Es usted un maestro, ínclito Gavanido... no sé si será muy legal, pero creo que copiaré sus cuentos a mi disco duro para disfrutarlos cuando quiera... por si el tipo al que le pirateo internet decide desconectarse (tranqui, si los publica algún día en un libro, seré el primero en adquirirlo).
También me recordó, sin ánimo de inmodestia, cierta niebla gris que lo invade todo.
Un saludo, gracias por alegrarme la mañana con sus inteligentes y chispeantes razones.
Joe! que peazo de cuento... eh, estooo... deja vu?
Ósea que eso que me dice mi mujer de que todo el mundo ve borroso como yo, es mentira?
Estoy harto de que mi perro Tribuno tenga que leerme tus cuentos
Pobre hombre, es como cuando te cambian los cristales y no te acostumbras... Debió de sufrir mucho el infeliz de Teclo. :-(
me recuerda a CAMBIO DE LUZ, un filosófico cuento de Leopoldo Alas.
¡Que vivan los soñadores con los pies en la tierra¡, Gavanido es usted uno de los seres más divertidos y entrañables que me he encontrsdo por lo virtual.
Que tenga felices fiestas....pero felices de verdad , ¿Me ha oido usted?...Oiga?...¡Abuelo, me oye?...vaya, ya se ha dormido otra vez¡
maldito expreso de Valladolid-Castellón.
El recuerdo de Teclo será un recuerdo borroso y la nitidez lo mató. Que pena más grande
"una peculiaridad que le diferenciaba de usted y su montón: una miopía galopante que iba aumentando "
¿Se está burlando de mi o de mi desgracia? eso de que la miopia galopante es lo que le diferencia de mi ¿es ironia? En lo único que Teclo se diferencia de mi es que almenos él no tenía astigmatismo.
Ayyy si me suena esto... muchisiiimooo. De hecho, yo supe que el mundo no era como teclo y yo lo veíamos, en primero de bup, cuando me puse las gafas de mi compañera de mesa.
El mundo borroso tiene sus ventajas, un dia os lo contaré.
Existe por fin ese trayecto?? Hurra.
El susuario anónimo era yo. Esta vez no he olvidado sólo la contraseña como véis.. No sé, estaré senil?.
Jolin!!! y ahora porque he puesto susuario???
ciertamente este tipo es como yo, aunque yo tiendo a chocarme con las cosas cuando veo borroso peor bueno son tecnicismos... ya lo tengo pensado si alguna vez me operan me comprare unas gafas de hipermetrope para poder seguir disfrutando la vida en borroso, que a veces es mas divertido.
Pero, ¿cómo no se les ocurrió ponerle un perro guía, ya que su mujer no debió poder acompañarle porque ese día tenía que ver "Lo que el viento se llevó" seis veces exactamente?
¡Vamos, vamos!, qué personajes tan poco afortunados le crecen a usted en los paquetes de tergente, Don Gavanido.
Ilustre Sr. Gavanido:
Cómo huele esto a un crimen bien planeado: La señora esposa de Teclo urde su plan, sabiendo desde el principio que podría inventar una excusa para no recoger a su marida desde la clínica. Los médicos han puesto lo suyo y son, a lo menos, cómplices.
¿A quién condenarán? Obvio, al maquinista del tren.
Saludos,
Eleuterio.
Dios mío, Gavánido, ha despertado en mí un recuerdo traumático oculto:
Mi salida de la óptica con gafas de miope a los 13 años. Era de noche y fue la primera vez que vi que las farolas tenían una bombilla dentro.
Vamos a ver, supercoco, ¿porqué siempre tienes que ser más que yo?
Coco:
Esa última frase, así con la boca llena de natillas, se te entiende mejor que las demás.
Hazme caso, prueba a hablar así para siempre.
Imbelecio:
Si quisieras copiar el blog, deberías hacerlo a mano, con pluma de ganso sobre vitela, pues en verdad te digo que con cortar y pegar, no se qué pasa que las historias pierden mucho.
De todos mocos, te voy a contar un secreto: tengo pensado sacar un libro dentro de un tiempo. Lo dejé en la despensa hace dos años, y ya es hora de sacarlo y devolverlo a la estantería.
Usuario anónimo:
Si quisieras copiar el blog, deberías hacerlo a ma… pues sí, dejà vú.
Peca:
Su esposa era tan negada que se negaba a hacer eso que tú y yo sabemos.
Joserra:
Si su perro Tribuno sabe, además de leer, escribir, mándemelo por correo ¡Ordinario! Tengo trabajo para él -si no está empleado, claro-.
Mónica:
No puedo confirmar su afirmación, pues mis gafas carecen de cristales. Las llevo meramente por el look moderno y desenfadado que me otorgan.
Café:
Es usted una de las sustancias más adictivas y estimulantes que me he encontrado en un bar.
Siempre quise decírselo, pero nunca tuve su dirección de correo.
Macacolandia:
El expreso que lo mató, fue el de Castellón-Valladolid. El otro, en realidad, no hace ni cosquillas. Y si no, pruebe.
Yo misma:
Sí, Gavanido se ríe de usted. Los demás comentaristas, también. El resto del mundo está en su contra. Y por si todo esto fuera poco, encima tiene usted astigmatismo.
Super coco:
Me parece bien que no te aclares con la contraseña. Pero pedirle al usuario anónimo que escriba por ti está muy feo. Anímate, hija, que aquí no nos comemos a nadie. Bueno, sólo al Padre Placebo.
Miguel Ángel:
Tienes razón, quitarse unas gafas de miope es entrar en una realidad no ordinaria sin desperdicio alguno. No dejes que te arrebaten eso.
Estimada Lula:
Perdone si me equivoco, pero creo haber visto un error en su comentario. Usted dijo: de tergentes, cuando en realidad quiso decir: de Turgentes. Yo compro paquetes de Turgentes; una marca de cigarrillos muy firmes.
Eleuterio:
La esposa de Teclo no acudió a recogerlo porque, obviamente, Teclo siempre se apañó muy bien solo, y el día en que salió de su operación de vista, no debió ser una excepción. Esta historia es ridícula, ciertamente.
Suri kata:
No se queje; Gavanido nació con gafas, y de la impresión se desmayó.
(*)Aclaración extraordinaria para coco:
Estimado Coco, resulta que Super coco es más que tú porque, sencillamente, tiene más busto que tú.
Vasos para todos.
Un camión de ánimos para el amigo rompetechos.
Suerte que muy, muy en serio, no te tomamos.
Rebotas mogollón y haces barruntar largo rato acerca de la dirección a tomar para seguirte.
Vuelvo y me desoriento de nuevo.
Ay madre, y yo que planteaba operarme en un futuro. Me he hecho hasta las pruebas y soy válida. Solo me faltaba el dinero. Pero, y si me pasa lo que a Teclo?? Gavanido, me pone usted en un brete. Genial la historia, un beso de amante.
Gavanido, ablándese, ¡háganos un cuento en el que salga una escolopendra, hombre, que estamos en Navidad!
(PD.- tengo mono de mono elevado al cubo)
Tenían que haberle puesto un gato guía para que enseñara este nuevo mundo (el puesto de perro guía ya está ocupado)
在過往今昔的人生中, 在此留?
Lo peor que le puede pasar a alguien es verlo todo con claridad, llegados a ese punto es mejor abandonar, por lo cual me alegro que se lo llevase ese tren, y si es expreso mejor. Vamos que estoy positiva y lo veo todo bien, todo, todo menos verlo todo con claridad.
Un beso Sr. Gavanido.
Traducción de mi comentario anterior:
Estas letras chinas es probable que no las entienda, ¿mejor ver borroso?
Tengo la duda si este Jackie Chang es el mismo de las películas o un desenfocado farsante.
Si es que a veces es mejor no ver las cosas, hombre. Mujeres... siempre mujeres.
Un saludo
Gracias por la aclaración, y es que es cierto, donde se ponga un busto. Yo una vez ví uno de Beethoven.
¿No se preocuparon de prepararlo para la nueva situación? Esa clínica no ofrecía un buen servicio.
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