viernes, diciembre 22, 2006

La historia de Corentino y la histeria de Odilia

El buen Corentino era un ser humano ejemplar, excepto por sus espontáneos ataques de historia. Acostumbraba a narrar la batalla de Waterloo con el rostro desquiciado, o el descubrimiento de América encaramado a un taburete. Cierta semana en que se creía Amundsen en plena ruta por el Polo Sur, Odilia, su esposa, no lo soportó más y le abandonó, histórica perdida.
Odilia sacó buena renta de los años de historia de su marido, y se colocó en un colegio como profesora de histeria universal. Con ella, los niños aprendían a agotar tarjetas de crédito y tirarse de los pelos. Algún alumno avanzado aprendió, incluso, a hiperventilar o padecer ataques cardíacos voluntarios.
Las cosas no pudieron irle mejor a Odilia. Y todo ello, gracias a la histeria que le provocaron los ataques de historia de su marido. Odilia se convirtió en una histérica consagrada. Dió clases magistrales en la Universidad, que pasaron a la histeria.
Corentino, por el contrario, ingresó en un manicomio. No por loco, sino por "sospechosamente listo", y allí se convirtió en libro; bien cosido y encuadernado, con ceja, lomo con nervios, guardas de pergamino y tapa dura forrada de cuero con cantoneras de cobre. Es un ejemplar único, y sólo cuesta tres mil ochocientas veintidós pesetas. Nos despide cordialmente desde la página cincuenta y cuatro. ¡Adiós, Corentino!

13 Comments:

Blogger M. Imbelecio Delatorre dijo...

¡adiós corentino!... A ver si se arrejunta con una bibliotecaria solterona y tienen un incunable.

En cuanto a Odilia, he leído alguno de sus artículos en la revista de psiquiatría "The Neuron and the Colodrillo" y, siguiendo su método, casi sin esforzarme, ya que me dé algún ataquito de pánico que otro...

Pd- un relato excelso, sublime, sobresaliente, formidable, etcétero :P

12/22/2006 4:56 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

como las despedidas son tan duras supongo que la pagina siguiente coincidira ya con las tapas, que libro tan corto, pero bueno despues de aguantar los ataques de histeria de su mujer, causados por sus ataques de historia, es normal que se haya quedado en tan poca cosa, yo en su lugar seguramente no hubiera llegado ni a revista del corazon.

12/22/2006 5:57 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

por cierto se me olvido decirle que le sienta muy bien el gorro nuevo, deberia añadirlo a su vestuario abitual, aunque queda mucho mas original en verano...

12/22/2006 8:26 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me encanta el gorro pofvó!!. Que cuco es usted señor Gavanido. Tambien me ha matado un poco eso de: "sospechosamente listo". Demasiado elegante como para dejarlo escapar.. La adopoto!.

Feliz verano a todos.

12/22/2006 8:38 p. m.  
Blogger coco dijo...

Vaya, corentino es como el bar que hay debajo de mi casa: con las tapas duras. Casi curtidas. Eso sí, las croquetas son auténticas armas arrojadizas, y las venden sin pedir licéncia. Todo un chollo.

Flexos convexos y vasos comunicantes.

12/23/2006 1:26 a. m.  
Blogger Eulalia dijo...

He tardado tanto en comentar porque me he quedado unas horas colgaíta de su look navideño.

Y bien: que me alegro de que ya no existan las pesetas porque semejante ejemplar, aunque tenga precio exacto, tiene un valor incalculable y no sería cosa de que cualquier advenedizo se hiciera con él.

(Ese ¡Adios, Corentino! merece una música de película de Tati).

Un beso.

12/23/2006 1:58 a. m.  
Blogger Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Distinguido Señor:
Ya pasado el ataque de historia colectiva, la memoria histérica obliga a reivindicar a Corentino.

12/23/2006 1:28 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

tan bueno como siempre.jeje el relatooo!no es por faltarle a usted,,pero los malentendidos..jeje feliz navidad, muy abrigadito el gorro, con el borlón que se viene para la cara..

12/23/2006 3:15 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

... ¿Me recomienda desaprender algún pasaje histórico para evitar males mayores (y menores, que tampoco son entretenidos)?

12/23/2006 4:29 p. m.  
Blogger Tanhäuser dijo...

Si al menos se hubiese convertido en enciclopedia, tendría el futuro asegurado en la maleta de algún obstinado vendedor. Pero de libro, me temo que por muy cuidada que sea su edición, no le veo yo mucho futuro.
En fin, ya se sabe, los hombres que no conocen su histeria, están condenados a repetirla.

12/23/2006 6:07 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡Adiós, Corentino! ¡Adiós!
Mi familia al completo ha quedado obnubilada con su página web. Ha de saberlo señor Gavanido. Me han pedido que imprima todas las historias. Me da usted permiso???

12/24/2006 1:19 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Coincido con todos en que el gorro le queda a las mil maravillas, Señor Gavanido. Menudo look navideño que se nos ha puesto!!!

Respecto a Corentino, es uno de los poco afortunados de sus historias que no muere. ¡Qué bien!

Que tenga usted una muy feliz Nochebuena.

Besos.

12/24/2006 11:39 a. m.  
Blogger Gavanido dijo...

Señor imbelecio:
Efectivamente los libros de Odilia son muy eficaces y con ellos aprende uno a ponerse histérico por cualquier cosa. Por ejemplo con la noticia esa de que blogger comenzará a cobrar por sus servicios. Aunque yo no me preocupo, ya que yo me aseo en mi propia casa y de blooger solo uso su blog.

Buen Miguel ángel:
El gorro ya pertenece a mi vestuario habitual, no crea usted que me lo pongo por nada en especial. A mí la navidad plim.

Super supercoco:
Una persona, con el nombre de Corentino, ya de por si es sospechoso de todo. Suerte tiene usted de tener un nombre tan común.

Yogur de Coco:
La croqueta y las lentejas de bar, están catalogadas como armas de destrucción pasiva. Ándese con ojo.

Querida Eulalia:
Con música de película de Tati, le digo que he tardado tanto en responder, porque estaba disfrutando de su piropo. Por cierto, van mil pesetas, a que salgo así a la calle.

Peca:
¿Estoy más atractivo si cabe? ¿Y cabe mucho, o poco? Gracias.

Estimado señor Consul:
La memoria histérica obliga a recordar cosas como la cola del supermercado, pero al pobre Corentino no le recuerda nadie ya. Solo ha habido un par de "adiós Corentino". Qué poca consideración.

Elangeldelasmilvioletas:
Yo también podría estar bueno, ¿no?, al menos como lo estaba el padre Placebo... lo que pasa es que aún no me han catado.

Querida Niha:
Le recomendaría desaprender varios pasajes que no voy a comentar por la ausencia de humor en ellos. Aunque ya sabrá usted de que hablo.

Tanhäuser:
Hoy le veo a usted tan häuser, que le voy a contestar a otra pregunta: Verde.

Anita:
Después de imbelecio, es usted la única persona que ha tenido palabras de aliento para Corentino y este se lo agradece. En cuanto a lo de imprimir, es usted libre, pero sepa que pronto tendrá un libro a su disposición, con todos estos textos, y otros inéditos.

Mónica:
Insisto en que este es mi look habitual y no tiene nada que ver con la navidad, pero aún así, le agradezco el piropo. En cuanto a las historias, sepa que cuando alguien no me muere, pienso en usted con una sonrisa en la cara, y otra en la espalda.

Reciban todos unas copas para brindar cuando toque.

12/24/2006 4:28 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home